Estamos a pocos días para que dé inicio la V Copa Roble Internacional. Nuestros hijos estan en los últimos detalles de la inauguración. Sigamos motivandolos y apoyandolos!!! Nos vemos todos el próximo 6 de marzo.
sábado, 27 de febrero de 2010
viernes, 26 de febrero de 2010
¿Cómo premiar a los hijos??
Recientes investigaciones apoyan firmemente la tesis de la eficacia de los premios y de los castigos, siempre que sean usados adecuadamente por parte de los adultos. Por lo tanto, es bueno premiar y motivar siempre y cuando se tenga claro desde un principio cómo, cuándo y dónde hacerlo.
Si se analiza la personalidad de cualquier ser humano, hallaríamos tres niveles de actuación o intereses básicos: nivel material, intelectual y de voluntad; cada uno de ellos requiere su propia “medicina”.
Para motivar correctamente a un chico a realizar una acción determinada, los premios y castigos deben pertenecer al mismo nivel del comportamiento que se desea conseguir.
Nivel Material
Es necesario que el padre tome en cuenta que las edades tempranas no son períodos sensitivos para enseñar el manejo del dinero. En la edad preescolar éste aprendizaje se basa en el servicio y en el fortalecimiento de la voluntad a través de la satisfacción del acto bien hecho, NO HAY DINERO DE POR MEDIO. En la primaria, a partir de los 9 o 10 años, si por ejemplo desean que los hijos no gasten la mesada en cuanto se las entreguen y aprendan la importancia de valorar el dinero, tendrán que procurar motivarles desde este mismo nivel material. Es decir, pueden animarles a que elijan la cosa que más deseen. También es importante enseñarles a que piensen en los demás (padres y hermanos). Los dos objetivos de nivel material en la primaria son el sentido de servicio a nivel material y el ahorro.
En la primaria, la asignación monetaria deberá realizarse de acuerdo a las necesidades. Si se prepara una buena lonchera y un almuerzo saludable no habrá necesidad de dinero. Además, deberá contemplarse que no siempre es necesario dar la misma cantidad de dinero. El objetivo final es que el niño aprenda a vivir sin que la prioridad sea el dinero y que valore los esfuerzos por obtenerlo, para que no lo tome como una consecuencia de pertenecer a una familia, de conducta o de alcanzar algún logro. Evite premiar con dinero, hágalo a través de reconocimientos verbales y no tangibles.
Nivel Intelectual
Un buen ejemplo relacionado con el nivel intelectual son los estudios. Un niño que estudia y es responsable con sus tareas escolares, encargos y logros de desarrollo/autonomía personal, no necesita recompensas económicas, recompénselo a nivel de la voluntad, reconociendo su esfuerzo y dedicación. El estudio es una responsabilidad, por lo tanto, su cumplimiento no debe ser premiado ni servir para pactar beneficios a favor del niño
Nivel de la Voluntad
Para conseguir constancia y dedicación en los estudios tendrán que adquirir dos virtudes fundamentales: la laboriosidad y la constancia. Estas se fortalecen a través de conductas que no deben ser premiadas, ya esto causaría que elijan no emitir buenas conductas si no hay recompensa. Además, se convertirían en niños de pequeños esfuerzos y aprenderían a vivir de lo material.
Para Pensar…
• Intenten recurrir a la creatividad. No todos los premios tienen que ser juguetes o cosas materiales. En ocasiones, una tarde en su compañía paseando o jugando puede ser el mejor premio de todos.
• Los círculos de calidad en la convivencia familiar son saludables y fortalecen a la familia.
• Es importante que aprendan a premiar a sus hijos en función de edad y del nivel de la conducta emitida, evitar premiar por premiar.
• Se premia 1 de cada 3 aciertos no todo lo que hace el niño.
• Cuánto más pequeño sea su hijo más concreta tendrá que ser la gratificación y también inmediata, aspectos que se deberán tomar en cuenta para las consecuencias del acto (concreto y pronto).
• Recuerde el niño no necesita ningún premio para ser bueno, el adulto es el que crea ésta necesidad.
¿En dónde está la clave?
Existe una gran variedad de hábitos que tendrán que inculcar en sus hijos a medida que vayan creciendo. Un hábito, en sí, no es más que la repetición de determinados actos en forma continuada (madrugar, ordenar el cuarto, cepillarse los dientes). Una vez que los chicos han adquirido dichos hábitos, suele resultarles mucho más sencillo adquirir una virtud determinada una vez que se adentran en el correspondiente período sensitivo.
Así, por ejemplo, durante su primera infancia habrán instado a sus hijos a que compartan con los demás. Ellos habrán adquirido el hábito de compartir, hábito que sólo se transformará en virtud el día en que, llegado al período sensitivo correspondiente ( de los 7 a los 12 años), le hará ver lo bueno que es ser generoso, lo bien que se siente ser generoso con los hermanos, los padres y los amigos… Ese día, el chico comenzará a ser generoso ya no porque nosotros estemos encima de él sino que deseará “la perfección del acto” como fin en sí mismo. En definitiva, habrá asimilado la virtud de la generosidad. y es que desde pequeños, hay que acostumbrar a los hijos a que, el hacer las cosas bien, ser bueno, lleva el premio en sí mismo. Es la alegría del deber cumplido… y eso es mucho más importante que cualquier premio.
… Y actuar
Para evitar que los hijos asocien su comportamiento con regalos o detalles económicos, siempre que vayan a tener una atención material con ellos, aunque se le compre algo sencillo de valor simbólico, es necesario que se les explique que es una ocasión especial en lugar de enfatizar en la relación directa de la conducta y el premio.
Si se analiza la personalidad de cualquier ser humano, hallaríamos tres niveles de actuación o intereses básicos: nivel material, intelectual y de voluntad; cada uno de ellos requiere su propia “medicina”.
Para motivar correctamente a un chico a realizar una acción determinada, los premios y castigos deben pertenecer al mismo nivel del comportamiento que se desea conseguir.
Nivel Material
Es necesario que el padre tome en cuenta que las edades tempranas no son períodos sensitivos para enseñar el manejo del dinero. En la edad preescolar éste aprendizaje se basa en el servicio y en el fortalecimiento de la voluntad a través de la satisfacción del acto bien hecho, NO HAY DINERO DE POR MEDIO. En la primaria, a partir de los 9 o 10 años, si por ejemplo desean que los hijos no gasten la mesada en cuanto se las entreguen y aprendan la importancia de valorar el dinero, tendrán que procurar motivarles desde este mismo nivel material. Es decir, pueden animarles a que elijan la cosa que más deseen. También es importante enseñarles a que piensen en los demás (padres y hermanos). Los dos objetivos de nivel material en la primaria son el sentido de servicio a nivel material y el ahorro.
En la primaria, la asignación monetaria deberá realizarse de acuerdo a las necesidades. Si se prepara una buena lonchera y un almuerzo saludable no habrá necesidad de dinero. Además, deberá contemplarse que no siempre es necesario dar la misma cantidad de dinero. El objetivo final es que el niño aprenda a vivir sin que la prioridad sea el dinero y que valore los esfuerzos por obtenerlo, para que no lo tome como una consecuencia de pertenecer a una familia, de conducta o de alcanzar algún logro. Evite premiar con dinero, hágalo a través de reconocimientos verbales y no tangibles.
Nivel Intelectual
Un buen ejemplo relacionado con el nivel intelectual son los estudios. Un niño que estudia y es responsable con sus tareas escolares, encargos y logros de desarrollo/autonomía personal, no necesita recompensas económicas, recompénselo a nivel de la voluntad, reconociendo su esfuerzo y dedicación. El estudio es una responsabilidad, por lo tanto, su cumplimiento no debe ser premiado ni servir para pactar beneficios a favor del niño
Nivel de la Voluntad
Para conseguir constancia y dedicación en los estudios tendrán que adquirir dos virtudes fundamentales: la laboriosidad y la constancia. Estas se fortalecen a través de conductas que no deben ser premiadas, ya esto causaría que elijan no emitir buenas conductas si no hay recompensa. Además, se convertirían en niños de pequeños esfuerzos y aprenderían a vivir de lo material.
Para Pensar…
• Intenten recurrir a la creatividad. No todos los premios tienen que ser juguetes o cosas materiales. En ocasiones, una tarde en su compañía paseando o jugando puede ser el mejor premio de todos.
• Los círculos de calidad en la convivencia familiar son saludables y fortalecen a la familia.
• Es importante que aprendan a premiar a sus hijos en función de edad y del nivel de la conducta emitida, evitar premiar por premiar.
• Se premia 1 de cada 3 aciertos no todo lo que hace el niño.
• Cuánto más pequeño sea su hijo más concreta tendrá que ser la gratificación y también inmediata, aspectos que se deberán tomar en cuenta para las consecuencias del acto (concreto y pronto).
• Recuerde el niño no necesita ningún premio para ser bueno, el adulto es el que crea ésta necesidad.
¿En dónde está la clave?
Existe una gran variedad de hábitos que tendrán que inculcar en sus hijos a medida que vayan creciendo. Un hábito, en sí, no es más que la repetición de determinados actos en forma continuada (madrugar, ordenar el cuarto, cepillarse los dientes). Una vez que los chicos han adquirido dichos hábitos, suele resultarles mucho más sencillo adquirir una virtud determinada una vez que se adentran en el correspondiente período sensitivo.
Así, por ejemplo, durante su primera infancia habrán instado a sus hijos a que compartan con los demás. Ellos habrán adquirido el hábito de compartir, hábito que sólo se transformará en virtud el día en que, llegado al período sensitivo correspondiente ( de los 7 a los 12 años), le hará ver lo bueno que es ser generoso, lo bien que se siente ser generoso con los hermanos, los padres y los amigos… Ese día, el chico comenzará a ser generoso ya no porque nosotros estemos encima de él sino que deseará “la perfección del acto” como fin en sí mismo. En definitiva, habrá asimilado la virtud de la generosidad. y es que desde pequeños, hay que acostumbrar a los hijos a que, el hacer las cosas bien, ser bueno, lleva el premio en sí mismo. Es la alegría del deber cumplido… y eso es mucho más importante que cualquier premio.
… Y actuar
Para evitar que los hijos asocien su comportamiento con regalos o detalles económicos, siempre que vayan a tener una atención material con ellos, aunque se le compre algo sencillo de valor simbólico, es necesario que se les explique que es una ocasión especial en lugar de enfatizar en la relación directa de la conducta y el premio.
jueves, 18 de febrero de 2010
Pelicula Fireproof
Encontré un sitio en la red donde se puede ver la película que vimos en la primera reunión de padres. Para aquellos que aun no la han ubicado esta puede ser una oportunidad de verla.
lunes, 8 de febrero de 2010
RECORDATORIO
Tomen nota que el próximo 10 de febrero nuestros chicos deberán presentar el trabajo escrito de Inglés. Y a partir del 15 de febrero iniciaran las presentaciones. Mucho ánimo y lo mejor para que todas las exposiciones sean un éxito
COPA INTERNACIONAL ROBLE
Ya se aproxima un evento excepcional.!!! LA V COPA ROBLE INTERNACIONAL. Varios colegios nos acompañaran y los pequeños disfrutaran de una semana llena de deporte y diversión.
Este año debemos prepararnos para celebrar en grande y acompañar a nuestros hijos en este evento, el cual será aperturado con la Mañana Familiar. Contagiemos a todos del carisma, entusiamo y alegría deL ROBLE.
Asi que todos estan invitados a dar ideas y ha aportar para llevar a cabo una extraordinaria actividad.
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